Valerie Wallace es una madre joven, vibrante y optimista de tres hijos y esposa de un marido al que adora. Entonces, cuando le diagnosticaron cáncer colorrectal en 2013, estaba decidida a luchar. Se sometió a una cirugía de colon y a una ronda de quimioterapia.
Pero después de descubrir que su cáncer se había extendido al hígado, su oncólogo gastrointestinal le dijo que no era una buena candidata para la cirugía hepática.
"Los efectos secundarios fueron mucho peores que en todas las sesiones anteriores, después de haber estado herida y enferma", dijo Valerie. “En ese momento, dijo que estaba cambiando de opinión sobre mi caso, que no sabía si todavía estaba en una categoría tratable tan alta como pensaba, y que él y mi cirujano hepático habían hablado y No se sentían cómodos con la cirugía del hígado”.
Frustrada, confundida y sufriendo síntomas debilitantes tanto por su cáncer como por su tratamiento, Valerie quedó desconcertada. Su objetivo central era recuperarse lo suficiente como para calificar para la cirugía y así poder mejorar para su familia.
“Yo era la más tranquila cuando se trataba de mi esposo y mi mamá”, recordó. “Mi actitud fue como, 'Está bien. Tengo cáncer. Dime qué tengo que hacer porque tenemos que hacer para vencer esto'”.
Fue entonces cuando Valerie recurrió a los cuidados paliativos. Los cuidados paliativos son atención médica especializada para personas con enfermedades graves. Se centra en brindar alivio a los síntomas, el dolor y el estrés de una enfermedad grave. El objetivo es mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de la familia. … Leer más