La historia de Kay

Kay tiene hipertensión pulmonar primaria, una enfermedad poco común de los vasos sanguíneos de sus pulmones. No existen tratamientos que puedan curar su enfermedad y necesita varios medicamentos.

La ingresan en el hospital casi todos los meses porque le cuesta respirar. Los episodios pueden ser provocados por un simple resfriado o cambios en el clima. Durante estas hospitalizaciones, recibe dosis adicionales de medicación, pero tarda unos días en sentirse mejor.

Cada vez que la hospitalizan, el equipo de cuidados paliativos trabaja con sus médicos de corazón y pulmón para tratar su disnea. Los medicamentos que prescriben permiten que Kay se sienta tranquila y cómoda.

Con la ayuda del equipo, Kay llenó una directiva anticipada para asegurarse de que sus médicos sepan que ella nunca querría estar conectada a un respirador. Esto no cambia el tratamiento de Kay cuando ingresa. Pero ahora los médicos entienden lo que ella querría si estuviera demasiado enferma para respirar por sí misma.

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