A los 37 años, a April le diagnosticaron cáncer de mama en etapa 3. Soportó 16 rondas de quimioterapia y 30 rondas de radiación, además de una mastectomía. Su vida se centraba en sus dos hijas pequeñas y en la peluquería que dirigía y poseía. El cáncer y su tratamiento fueron bastante devastadores, pero las cosas empeoraron cuando tuvo que dejar su trabajo en el salón debido a los síntomas y efectos secundarios.
“Ser peluquera siempre fue algo que quise ser, incluso cuando era niña. Yo era la chica que le ponía rulos al pelo de mi gato para practicar. No poder trabajar fue muy duro”, dice April.
Su oncólogo reconoció que a April le vendría bien una capa adicional de apoyo para lidiar con las náuseas y los sofocos, el dolor que le dificultaba permanecer de pie durante más de unos segundos seguidos y el costo emocional que eso le estaba cobrando. El médico remitió a April a una especialidad médica para ayudarla a abordar estos síntomas. El objetivo final era que volviera al trabajo que amaba.
Esta es la historia de cuidados paliativos de abril. … Leer más