Para los novios de la secundaria Darryl y Andrea Gladden, las necesidades de sus tres hijas y un hijo siempre han estado antes que cualquier otra cosa.
“Todo lo que siempre hemos querido es que nuestros hijos puedan hacer lo que les trae felicidad”, dice Darryl.
Esta necesidad de apoyar a sus hijos en todo momento se ha magnificado a lo largo de los años, ya que a sus tres hijas se les diagnosticó lupus cuando entraron en la adolescencia.