Morfina: mitos y realidad

La mera mención de "Morfina" puede ser suficiente para evocar todo tipo de pensamientos negativos en los pacientes y sus familiares. Algunas personas pueden tener miedo de convertirse en adictas a las drogas, mientras que otras pueden pensar que solo las personas que están listas para morir deben tomar morfina. Los médicos también pueden tener miedo de usar morfina (y medicamentos similares), en gran parte debido a la desinformación y la falta de capacitación.

La realidad es que la morfina (y otros opiáceos que funcionan de la misma manera, como hidrocodona, oxicodona, hidromorfona, etc.) es eficaz y segura para el tratamiento del dolor.

Vivir con dolor puede afectar todos los aspectos de su vida. Afortunadamente, casi todo el dolor se puede aliviar con los medicamentos disponibles en la actualidad. Nadie debería sufrir porque ellos (o su médico) tengan miedo de consumir morfina u otros opiáceos.

A continuación, presentamos algunos malentendidos comunes sobre la morfina y otros opiáceos:

  1. "Si tomo morfina, no podré dejar de hacerlo, me volveré adicto".
    Muy pocas personas que consumen opiáceos para aliviar el dolor se vuelven adictas o "psicológicamente dependientes". Sin embargo, es importante tener en cuenta que cualquier persona que tome opiáceos durante más de 2 semanas no debe dejar de tomarlos todos a la vez. Deben preguntarle a su médico sobre el destete para que su cuerpo pueda adaptarse.
  2. "Si tomo morfina ahora, no funcionará más adelante cuando mi dolor sea peor y realmente lo necesite".
    No hay límite para la cantidad de morfina que se puede usar de manera segura, y no hay razón para esperar hasta que su dolor sea insoportable. Si su dolor aumenta con el tiempo, su dosis de morfina puede aumentarse según sea necesario.
  3. "Escuché que la morfina tiene muchos efectos secundarios y ya me siento bastante mal".
    Todos los opiáceos pueden provocar náuseas, somnolencia y estreñimiento. Sin embargo, todos los efectos secundarios generalmente desaparecen después de unos días, a medida que su cuerpo se adapta y el estreñimiento se puede tratar fácilmente.
  4. "Mi médico me recomendó morfina, pero eso fue lo que mi padre tomó justo antes de morir, ¿el médico no me está diciendo algo?"
    Los opiáceos son medicamentos excelentes para tratar el dolor de moderado a intenso. Si tiene una enfermedad que le está causando dolor agudo o crónico que no se reduce adecuadamente con acetaminofeno o ibuprofeno, hable con su médico sobre el uso de opiáceos. La morfina (y otros opiáceos) NO es solo para personas que están muriendo.

Si vive con dolor sin tratar, pregúntele a su médico qué más se puede hacer.

Para obtener más información sobre la morfina (y otros opiáceos) y la adicción, visite:

http://www.stoppain.org/pain_medicine/content/medication/opioids.asp
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/painrelievers.html
http://www.nationalpainfoundation.org/MyPain/default.asp

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