Una discusión sobre el delirio
Los médicos describen el delirio como una condición médica que hace que el estado mental del paciente cambie hacia adelante y hacia atrás (a veces explicado como “aumenta y disminuye”). Los cuidadores a menudo piensan que es como cuando su familiar parece “no ser él mismo”, ya sea en el hospital o después de regresar a casa. A veces, un miembro de la familia que está gravemente enfermo parece trastornado, agitado, combativo o incluso psicótico. Es posible que vean cosas que no existen o murmuren de maneras que usted no pueda entender. Es posible que intenten levantarse de la cama o quieran caminar sin ayuda, a pesar de estar muy débiles. Otras veces un miembro de la familia puede parecer lento, confundido o con mucho sueño. Es posible que no le respondan o que se queden dormidos en medio de una frase. Todos estos comportamientos pueden ser signos de delirio.
El término “ocaso” se utiliza a menudo en lugar de delirio, debido a que muchos de estos cambios ocurren al atardecer y por la noche. El delirio es diferente de la demencia, que es una progresión lenta de pérdida de memoria y función general. Sin embargo, los pacientes con demencia tienen un mayor riesgo de desarrollar delirio.
El delirio aún no se comprende completamente, pero los científicos están descubriendo que está asociado con un desequilibrio de sustancias químicas en el cerebro, a menudo relacionado con un problema médico subyacente en el cuerpo. Una de las causas más comunes es la infección. Algo tan simple como una infección de la vejiga (a veces llamada infección del tracto urinario) o una neumonía puede provocar delirio. Otras causas incluyen ciertos medicamentos, alteraciones de los electrolitos u otras sustancias químicas en la sangre y falla de los riñones o el hígado (los cuales ayudan a eliminar desechos y toxinas del cuerpo). En las personas mayores, el delirio también puede ser provocado por cosas como estreñimiento severo, ataque cardíaco, derrame cerebral o simplemente estar en el hospital o en una unidad de cuidados intensivos. Un cambio en el estado mental de un paciente puede deberse a una combinación de estos y otros problemas.
Es importante recordar que usted conoce a su familiar mejor que nadie. Es posible que notes un ligero cambio en el comportamiento, el habla o la personalidad que los médicos y enfermeras no ven. Informe sus inquietudes al médico que atiende a su ser querido, para que el equipo médico pueda comenzar a buscar las causas de estos cambios. El delirio es una condición médica grave.
Es posible que se necesiten pruebas especiales para encontrar la causa del delirio de su ser querido, de modo que el equipo médico pueda elaborar un plan para intentar solucionar el problema. Sin embargo, los estudios han demostrado que incluso si se corrige la causa original del delirio, es posible que su familiar tarde semanas o meses en volver a la “normalidad”. Lamentablemente, en algunos casos, los pacientes nunca se recuperan por completo. Esto es particularmente cierto en pacientes mayores o aquellos con enfermedades crónicas o graves.
El delirio puede asustar mucho a los cuidadores. En algunos casos, es posible que un paciente no reconozca a su cuidador, que no responda o incluso que lo lastime. Es importante recordar que el delirio es una afección médica y su ser querido no puede controlar estos comportamientos. Puedes ayudar a tu ser querido con solo estar con él. Su rostro familiar en un mar de médicos y enfermeras puede tranquilizar al paciente y ayudarlo a mantener la calma. Rodear a su ser querido de fotografías u objetos familiares también puede ayudar a mejorar su estado mental. En algunos hospitales, se colocan grandes relojes o calendarios en las habitaciones de los pacientes para ayudar a mejorar su sentido de orientación. Entonces, si bien el delirio puede resultar molesto para los pacientes y sus familias, hay cosas prácticas que usted puede hacer para ayudar a mejorar la situación.